La iglesia Prioral del Castillo de Aracena recupera el retablo barroco y las tallas de San José y el Niño, del siglo XVIII (18), gracias al trabajo del restaurador onubense, Jesús Mendoza, quien ha destacado el valor artístico de las mismas.
La Iglesia Prioral del Castillo de Aracena ha visto culminado ya los trabajos de restauración del retablo de San José y de las tallas del Patriarca y el Niño. Estas obras barrocas, pertenecientes a la escuela sevillana del siglo XVIII, se encontraban en este estado antes de ser restauradas por el experto Jesús Mendoza, quien ha logrado devolverles su esplendor original.
La restauración de estas piezas artísticas ha contado con un presupuesto de 22.000 euros de las asignaciones de Aracena como Municipio Turístico para la puesta en valor de estas imágenes, situada en lo alto del cerro que vigila a la localidad.
Los trabajos llevados a cabo han consistido en la limpieza de unas imágenes de gran valor y su retablo, recuperando así parte del patrimonio artístico, religioso y cultural de la localidad serrana.