Desde el corazón de la Sierra, Cumbres Mayores ha vivido una jornada única y profundamente emotiva. La localidad se ha volcado para recibir a su patrona, Nuestra Señora de la Esperanza, en una procesión extraordinaria cargada de simbolismo y devoción en una noche histórica.
Así esperaba Cumbres Mayores a su patrona, y así salía Nuestra Señora de la Esperanza en procesión extraordinaria por su pueblo.Una noche para la historia de este municipio serrano que llenó las calles de fe y devoción para poder ver de nuevo a su patrona y alcaldesa perpetua y que ha recibido la máxima condecoración posible: la medalla de oro y la llave de la villa de Cumbres Mayores.
Madre, Protectora y guía para el cumbreño que pone en ella toda su esperanza en un año que supone el 50 aniversario de la barriada que lleva su nombre.
Y es que no es solo patrona, es mucho más, es el mayor orgullo de un pueblo al que da consuelo y que le devuelve con este acto un pedacito del amor que le profesan. Una procesión que quedará en la memoria colectiva para siempre abriendo las puertas de Cumbres Mayores a la Madre de Dios