0

La localidad andevaleña de Puebla de Guzmán se despierta hoy a caballo entre la felicidad y la tristeza. Tras cuatro días de romería, los puebleños tendrán que esperar un año para volver a vivir las emociones que despiertan los apasionantes actos organizados en torno a su Virgen, la Virgen de la Peña.

La caballería, tan poblada como el sábado, volvió a pasear ayer desde las 15:00 por las calles de Puebla de Guzmán para permitir a sus mayordomos despedirse de sus vecinos. Más tarde, ya en el Cerro del Águila, la Danza de las Espadas hizo nuevamente acto de presencia para deleitar a propios y extraños con una tradición que se remonta siglos atrás.

El sermón de súplicas, a cargo del reverendo Jesús Calles, fue la gota que colmó el vaso. Las caras de los que poblaban la ermita de la Virgen de la Peña se llenaban de lágrimas en los últimos minutos de los mayordomos de 2017 como tal, mientras que sus corazones ansiaban ver a algunos de sus paisanos dar el paso adelante para convertirse en mayordomos para la romería de 2018.

Y así fue. Un “¡Viva la Virgen de la Peña!” que calló hasta al capellán de la Hermandad de la Peña de Madrid, invitado de honor en la cita de ayer, significó lo deseado: la patrona de Puebla de Guzmán tenía nuevos mayordomos. La ermita rompió en aplausos y la alegría invadió a todos los presentes.

Arte, música y letras en el Casino de Rociana para retratar a Doñana

Artículo anterior

La candidatura de María Antonia Peña firma un código ético

Artículo siguiente

También te puede interesar

Más de Noticias