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Hoy en el camping Doñana era día de volver. En la retina de todos, la tragedia. Una larga hilera de vehículos aguardaba con nerviosismo a sus puertas, con la incertidumbre de saber qué se iban a encontrar. Aquella noche tuvieron que salir casi sin mirar atrás, con el miedo persiguiendo sus pasos. Y hoy había que volver para ver cómo había quedado todo. Prisas, carreras y muchas lágrimas al llegar al camping. Caravanas enteras han quedado destrozadas, vidas descritas a través de estos pinos y numerosas familias que vivían allí y que ahora han visto pasar el recuerdo de unos tiempos felices que ahora se tendrán que reconstruir para volver a dibujar la ilusión de aquel mágico camping.

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