Garantizar un verano un feliz para los niños es el objetivo de la escuela de verano Cristina Pinedo. Sus alumnos van al colegio en vacaciones pero para realizar una tarea esencial: divertirse.
Se trata de un programa municipal destinado a familias de vulnerabilidad social que no tienen donde dejar a sus hijos en el periodo vacacional para que puedan acceder a la playa, la piscina o el cine, además de diferentes juegos y talleres.
La escuela cuenta con unos 100 alumnos de entre 6 y 11 años de edad y desarrolla su actividad en el Coelgio Reyes Católicos, además, incluye a la asociación de niños y niñas con sindrome de ásperger, por lo que también es inclusiva.
Ellos bailan, cantan, juegan al fútbol y conviven entre todos para pasar un verano divertido.