Por 
El campo ha estallado contra la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (Unidas Podemos), después de que su departamento haya instado a inspectores a que investiguen posibles casos de esclavitud en el sector agrícola en nuestro país.
En concreto, insta a que pregunten a los temporeros si tienen «magulladuras», si sufren «amenazas» o si están rodeados por «alambradas» mientras realizan su trabajo.
Para diversas organizaciones agrarias, la propuesta del ministerio es un «insulto» a los empresarios y los temporeros que, especialmente estos días, están trabajando en el campo.
Y es que, desde el sector, que no atraviesa por su mejor momento al verse afectado también por la crisis económica derivada de la epidemia del Covid-19, se pide que «más que criminalizarnos, lo que el Gobierno debe hacer es estar de nuestro lado, y apoyarnos a la hora de encontrar soluciones a problemas como los bajos precios que sufrimos».
La polémica por la propuesta de Trabajo ha llegado a tal punto de indignación que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha intentado apagar el incendio con un tuit en el que se asegura que los trabajadores del campo son parte esencial de nuestra sociedad.
Y subraya que el Gobierno está «comprometido con el futuro del sector».
Mientras tanto, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) se asegura que «no hay esclavitud, ni hay opresión. Lo que tenemos es un fuerte problema de precios justos en nuestros productos».
Por su lado, Asaja considera las instrucciones de la ministra una afrenta a la dignidad de miles de agricultores y han pedido que sea cesada de forma fulminante por dar una imagen errónea del campo español.
Por todo ello, en el sector se coincide al pedir la dimisión de la ministra de Trabajo al considerar que, con su actitud, «desconoce la situación del sector y, además, nos insulta».
