Los datos que arrojan la memoria de Cáritas Diocesana en el 2019 registran un descenso de 3000 personas atendidas con respecto a 2018. El crecimiento de la economía y el empleo en el pasado año ha hecho que sean en total 11.000 personas atendidas. Sin embargo, han aumentado las atenciones con un incremento de un 2% con respecto al ejercicio anterior. Esto se debe a la cronificación de la pobreza o la incapacidad de muchas personas para cambiar su situación de exclusión social.
Cáritas suple lo que las administraciones no cubren. Por eso, en plena crisis del covid, la entidad ha trabajado intensamente en atender las innumerables demandas recibidas durante los meses del confinamiento. En este sentido, ha lamentado el cierre y la falta de coordinación entre las administraciones. Y es que, ha recibido llamadas de todo tipo de perfiles.
Cáritas ha puesto el foco también sobre las 757 personas voluntarias que en el ejercicio del pasado año han hecho posible los diferentes programas de la entidad.