Bailar de nuevo es lo que quiere Carolina Marín. La volantista olímpica se operó hace cuatro meses y medio del menisco y del ligamento cruzado anterior con una cirugía que supuso su reconstrucción.
Semanas de entrenamiento, de lucha y de un trabajo constante han dado lugar a que, poco a poco, Marín vuelva a sonreír. Y lo ha hecho sobre el tapiz del Centro de Alto Rendimiento (CAR), donde ha mostrado sus progresos.
Así, la onubense se muestra con fuerza de cara a una recuperación para la que aún queda tiempo, aunque sin perder la esperanza de estar en el Mundial que se disputará en Huelva de noviembre a diciembre de este mismo año.