Con la llegada del otoño llegan también las bajas temperaturas y ello conlleva un aumento del gasto en la factura de la luz o del gas, algunos pequeños consejos nos puede ayudar a que consumamos menos y por tanto las facturas sean menos elevadas
El pasado 22 de septiembre le dábamos la bienvenida la otoño y con él viene una estación que se caracteriza por una disminución gradual de las temperaturas Los días se vuelven más cortos, las noches más largas y todo ello hace que consumamos más en energía. Según las estadísticas los gastos de calefacción suponen en torno al 50% de las facturas energéticas.
Algunos consejos harán que nos preparemos para que el frío no termine jugando malas pasadas especialmente en lo que se refiere a la factura de la luz. Para aquellas personas que dispongan de calefacción central los expertos aconsejan que lo primero sería poner a punto los radiadores y que antes de encender la caldera, se compruebe uno a uno el estado de los radiadores corroborando que el agua circula sin problemas.
Recomiendan ajustar la temperatura de trabajo de la caldera, si es de condensación a una temperatura de 55-60 ˚C y en el caso de una mixta, la temperatura de salida del agua de los grifos recomendada dependerá de si se trata de un sistema instantáneo (40-50 ˚C) o de una caldera con acumulador incorporado (55-60 ˚C).
Algo que parece tan sencillo como establecer la temperatura de la casa a 21 ˚C puede hacer ahorrar hasta un 20% de energía. Utilizando la lógica es mejor abrigarse un poco que ir en manga corta como si se estuviera en pleno verano. También recomiendan algo muy sencillo como tener abiertos solo los radiadores que se van a utilizar y cerrar tanto los radiadores como las puertas y las ventanas de las habitaciones que no se utilizan hasta que necesites usarlas.
Cubrir los radiadores con elementos decorativos o usarlos como secadora casera de ropa conlleva que la calefacción tenga que hacer un mayor esfuerzo para ofrecer la temperatura a la que la has configurado y, por tanto, un mayor consumo de energía.
Utilizar alfombras y cortinas de color oscuro para que absorban la radiación solar nos ayudará a mantener e, incluso, subir la temperatura de la casa.
Otras formas de mejorar el aislamiento es cubrir las paredes con cuadros o estanterías pues la temperatura de una pared donde hay un cuadro puede llegar a ser 1,5 ˚C más alta que la de una pared desnuda, o bien poner un zócalo para proteger del frío que sube del suelo.
El 40% del calor se escapa por las ventanas y, si son buenas, te pueden ahorrar cerca de 600 euros en electricidad o 300 en gas al año, por eso es importante invertir en unas buenas ventanas con un vidrio con rotura de puente térmico y que sean muy herméticas. Colocar burletes en ventanas y puertas o bajar las persianas también nos puede ayudar a ahorrar.
Durante el día los expertos aconsejan aprovechar toda la luz y calor–que entra por las ventanas y ventilar durante 10 minutos la casa. Por la noche, bajar las persianas y echar las cortinas nos servirá para evitar una gran pérdida de calor durante las horas más frías.
Pasarse a una tarifa de discriminación horaria puede suponer un ahorro de hasta un 30% en nuestra factura, así que compare precios y compañías porque también pueden economizar con aquello de busque, compare…