Uno los dos detenidos en relación con la muerte violenta de dos hombres, cuyos cadáveres fueron localizados en un pozo de Cartaya, ha recibido este miércoles varios disparos por parte de un desconocido.
Por ello, dicho individuo, se encuentra ingresado en un hospital, aunque no se teme por su vida, ya que los impactos no habrían alcanzado órganos vitales, según ha podido saber esta Redacción a través de fuentes solventes.
Se da la circunstancia de que el herido, que ingresó en prisión tras su puesta a disposición judicial, se encontraba actualmente en libertad a la espera de la celebración del juicio, fechado para el próximo 16 del mes en curso.
El hallazgo de ambos cadáveres se produjo en abril de 2019 en una finca ubicada en la carretera comarcal H-3402, a las afueras de la localidad.
Días después se produjo la detención de dos hombres, que habrían reconocido su implicación en los hechos, tras la eficaz investigación del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial.
Los cuerpos sin vida correspondían a Samuel Vizcaya, joven de 25 años cuya desaparición fue denunciada por su familia tras hallar su coche calcinado en los alrededores del cementerio de Huelva.
El otro cadáver pertenecía a un hombre de 37 años, Manuel Granado, natural de lalocalidad sevillana de Alcalá de Guadaíra pero afincado en Huelva, y que también se encontraba en paradero desconocido, aunque no había trascendido públicamente.
En ambos casos se hallaron signos de violencia, lo que sería confirmado por la posterior autopsia. En concreto, uno presentaba un tiro y el otro múltiples lesiones en la cabeza.
Entonces se barajó la posibilidad de que el suceso estuviese relacionado con el narcotráfico y un ajuste de cuentas.