El Ayuntamiento de Huelva tendrá que pagar una deuda de más de 400.000 euros por el «despilfarro» del gobierno socialista. Y es que, según le cuentan a El Avispero fuentes solventes, la última campaña navideña del PSOE estuvo definida por el «gasto sin control».
Con las elecciones municipales en el horizonte, Gabriel Cruz habría dado la orden de disparar el gasto sin control. Así, el alumbrado de la ciudad costó a las arcas municipales 1,7 millones de euros, 420.000 euros más de lo que fija el contrato. Un «sobrecoste» que ahora deben soportar las arcas municipales.
Pero la decisión de elevar el gasto en alumbrado navideño no es casual. El equipo de Gobierno de Gabriel Cruz era consciente de la cita con las urnas del 28 de mayo siguiente, añaden dichas fuentes.
El pliego de la concesión de la iluminación ornamental y festiva de la ciudad recoge un plan anual donde quedan estipuladas las cantidades asignadas a cada uno de los eventos que se celebran, actos festivos o necesidades puntuales. Así queda fijado el presupuesto previsto para San Sebastián, Carnaval, Semana Santa, Colombinas o la Cinta, entre otros. La mayor cuantía se reserva para la Navidad.
El contrato con la empresa concesionaria (Ximénez SA) fija todos los eventos que son susceptibles de una iluminación especial así como el reparto que debe hacerse de todos ellos.
Aquellas actuaciones que excedan el contrato deben facturarse aparte como sucedió con el gasto extra la Navidad pasada. De este modo, el Ayuntamiento en lugar de los 2,5 millones de euros anuales previstos tendrá que hacer frente a 3 millones para afrontar la deuda que ha dejado el PSOE.
Las fiestas de San Sebastián tienen asignados 18.000 euros y 15.500 el Carnaval, así como 121.000 para actos extraordinarios (actos en barriadas, etc).
El segundo mayor gasto lo supone Colombinas con 895.000 mientras que en Navidad el compromiso es gastar 1.273.246 y en cambio la última certificación elevó el coste a casi 1,7 millones de euros. La Cinta y la Feria de Otoño tienen asignados unos 75.000 euros cada uno.
La decisión de elevar el gasto de «forma incontrolada» va en contra de los mensajes oficiales y explica cuestiones como las irregularidades en el presupuesto de 2023 que fue cuestionado por el Ministerio al contemplar ingresos inflados para elevar el techo de gasto. Todo encaja.
Y es que, mientras el PSOE y Gabriel Cruz presumían de gestión económica, control del gasto y sobriedad ante la opinión pública, la realidad eran «el despilfarro y el gasto desmedido en propaganda e imagen sin otro fin que perpetuarse en la alcaldía».