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El Recreativo de Huelva finalmente podrá debutar este sábado a partir de las 20.30 horas ante el Marbella en una pretemporada estival para olvidar y donde se ha hablado una vez más de los graves problemas burocráticos y económicos de la entidad, que del terreno deportivo, hasta el punto de que finalmente no será Juan Manuel Pavón el entrenador del primer equipo y sí Alejandro Ceballos, al que no se le renovó hace un mes y ahora se vuelve a convertir en máximo responsable del equipo tras ser la apuesta de Pablo Comas para el banquillo recreativista. Y es que la guerra interna que siguen manteniendo el actual consejero delegado, Pablo Comas, al que el Ayuntamiento de Huelva le ha expropiado sus acciones durante este verano, está llegando hasta las últimas consecuencias y poniendo en serio riesgo la supervivencia deportiva del club. El Ayuntamiento le exigió a Comas a última hora de esta mañana que firmara a Pavón como entrenador y este contrató a Ceballos con la condición inexcusable para que el equipo pudiera competir en Marbella. Ver para creer.
A todo esto hay que sumarle que de cara a la visita a Marbella, van a ser baja por lesión Rubén Mesa, Antonio Domínguez, Miguelito, Ale Zambrano y Zamora, por lo que la plantilla, ya de por sí corta, se queda casi en cuadro para afrontar este primer partido. El que más preocupa de todos ellos es Rubén Mesa, que estará dos meses en el dique seco por una rotura de fibras, mientras que los otros no terminan de recuperarse de sus respectivas molestias físicas, aunque sí podrían estar en próximas semanas. Al menos las dos únicas buenas noticias que ha recibido el Recre en las últimas horas han sido la llegada del lateral zurdo David Cantero y del central canario Ubay Luzardo, que podrían entrar ya en la convocatoria, así como Bonaque, ante la falta de efectivos. Un Recreativo muy mermado, tambaleado una vez por sus guerras internas y cogido con alfileres en lo deportivo pero que finalmente y en el último segundo podrá competir una temporada más en Segunda división B.
