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Tras las elecciones municipales, el Partido Popular continúa evaluando los resultados de las investiduras, sobre todo en municipios donde el panorama ha sido atípico, como es el caso de Almonte o Punta Umbría.
El vicepresidente del Partido Popular de Huelva, Alberto Fernández, se ha referido hoy a estos dos municipios.
En el caso de Almonte, los dirección provincial de los populares va a elevar a la Junta Directiva un expediente sancionado, que podría terminar en expulsión o no. Sin embargo, y aunque los concejales siguen siendo populares, la dirección provincial entiende que deberían ser expulsados.
El caso de Punta Umbría, insisten, es completamente diferente al del municipio condal. Fernández ha insistido en que, legalmente, el partido no puede hacer nada, ya que las dos concejalas se dieron de baja voluntariamente antes de la investidura y, por ello, desde el minuto uno son concejalas no adscritas. Por ello, a pesar de que a la formación le gustaría contar con esas actas, desde la legalidad es imposible.
En cuanto a la decisión de las dos concejalas, ya no adscritas, en el Ayuntamiento de Punta Umbría y su decisión de formar parte del nuevo gobierno, Fernández insiste en que a quien habría que pedirle explicaciones es al Partido Socialista. No obstante, a pesar del descontento con María Sacramento y Amelia Gallardo, el Partido Popular continúa culpando de gran parte de la situación de la formación en la localidad al ex popular José Carlos Hernández Cansino.
De momento, la Junta Gestora mantendrá una reunión la próxima semana, en la que el partido realizará una propuesta de reestructuración de ambos municipios.
