Las intensas lluvias que han revitalizado el entorno natural, convirtiendo los bosques de Hinojos en una maravillosa alfombra multicolor. El programa de Dinamización Turística de Huelva que lleva a cabo la Asociación “El Burrito Feliz”, ofrece desde hace tres años, recorridos a visitantes que han descubierto, con sorpresa, el denominado “Turismo de flores”.
Aunque se anunciaban posibles lluvias en la zona, los más de 30 interesados que han conseguido plaza para esta jornada, no han podido resistirse a la tentación de un recorrido por bosques inmensos que ofrecen una explosión de colores de una belleza inimaginable. Tonos azules, añiles, rojos, rosados, violetas, jalonaron el recorrido que se abrió ante ellos.
Todos, por consejo de los organizadores, acuden con su mochila repleta de viandas, agua y calzado adecuado para afrontar unos kilómetros de senderos, no siempre nivelados. Durante unas cuatro horas se atraviesan parajes de naturaleza virgen.
Es la aspiración de vivir un día diferente lo que consigue que estas personas se sientan atraídas por la posibilidad de disfrutar, en directo, de una de las primaveras más floridas que se recuerdan en Doñana.
Este proyecto resulta fascinante a los visitantes europeos, sorprendidos de la riqueza botánica de Doñana
Resulta significativo observar que la inmensa mayoría del grupo está comprendida en un perfil de entre 40 a 65 años, y que, además, han acudido bastantes suizos, alemanes y holandeses. Este dato ofrece mucha satisfacción a la Asociación hinojera, sobre todo porque la aspiración de sus programas y proyectos turísticos tiene como principal objetivo el atraer a Huelva a visitantes foráneos para dinamizar las economías locales.
Los senderistas se fascinan cuando aparecen las primeras praderas y rincones repletas de flores, plantas tan fascinantes como la “silene colorata”, el jaguarzo amarillo -“halimium calycinum”- o las flores de la jara y las muy coloridas “cistus incanus”.
Cuando progresan un poco más, quedan absortos al verse rodeados por un ejército de pétalos rojos pertenecientes a las amapolas- “papaver rhoeas”- que han colonizado una pradera del interior de la foresta.
Un burrito de apoyo acompaña a los visitantes durante el recorrido
A los excursionistas les acompaña un burrito de apoyo que consigue crear una gran empatía entre los participantes. El pequeño asno, despierta alguna risa, cuando demuestra que su interés por las flores, que se traduce en comérselas en cada parada.
Casi todos los fines de semana, y en número no superior a 30 personas, el proyecto “Turismo de Flores” sigue despertando el interés en los aficionados a la botánica. La Asociación onubense también lleva a cabo durante los recorridos, charlas sobre la riquísima avifauna de este entorno y sus peculiaridades.
La actividad concluye con un “almuerzo de amistad” en las instalaciones de la famosa Unidad de Burros-Bomberos que previene los incendios desbrozando, en cortafuegos móviles el pasto que podría arder en verano. En ese recinto los participantes celebran una comida de confraternización donde comparten las ensaladas y bocadillos que, por norma general, acarrean en sus mochilas.
Concluida la florida experiencia es el momento de regresar a la ciudad y continuar con la monotonía de lo urbano. Lo importante para los organizadores, que ya han entregado el proyecto a las instituciones para que consideren su apoyo, es comprobar que, prácticamente, todos los participantes preguntan, algunos de ellos con un simpático acento suizo, cuando se celebra el próximo recorrido del proyecto “Turismo de Flores” de Doñana.