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“Cuando llegue el momento, votar a Gabi será votarme a mi”. Este es el mensaje y la frase que ya ha comunicado la secretaria general del PSOE en Andalucía, Susana Díaz, en su estrategia por intentar controlar desde Sevilla al PSOE de Huelva utilizando para ello al actual alcalde de la capital, Gabriel Cruz al que ha postulado ya abiertamente como su candidato para optar a la secretaría general de los socialistas onubenses.

La frase también es un pronunciamiento claro y directo sobre el objetivo de Susana Díaz de eliminar a la actual dirección provincial encabezada por el secretario general, Ignacio Caraballo, alineado estrechamente con el PSOE federal. De esta forma Díaz no esconde ya su objetivo de forzar una alternativa para romper estos vínculos con Ferraz de cara a los próximos congresos que debe celebrar esta formación política.

Lo que eran conjeturas e interpretaciones a raíz de las continuas exposiciones públicas de Susana Díaz con Gabriel Cruz se ha materializado en una propuesta concreta durante sus últimos encuentros no oficiales y que ha mantenido con grupos reducidos de interlocutores. Uno de estos encuentros se celebró con el mayor de los secretismos hace unos días dentro del Parque Nacional de Doñana, en un lugar privilegiado en pleno espacio natural alejado completamente de focos y miradas indiscretas.

Fue una cita muy medida y controlada. Se evitaron las fotografías personales y de grupo, así como las publicaciones en redes sociales para no ofrecer pistas del encuentro ni de los participantes, ni de lo que allí se trató dentro de un ambiente informal. Todo lo contrario que la comida en un chiringuito de Punta Umbría donde Susana Díaz compartió mesa y mantel con el alcalde de Huelva con la intención de que se visualizara esta unión.

A los presentes en Doñana Susana Díaz ya detalló de forma más concreta que Gabriel Cruz, alcalde de Huelva, será el candidato elegido por el núcleo duro de la dirección del PSOE andaluz para propiciar el asalto al PSOE de Huelva y que la provincia siga al pie de la letra su línea estratégica cuando lleguen los congresos regional y provincial o el proceso para elegir al candidato o candidata del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, según ha podido confirmar Huelvahoy.

“Votar a Gabi, será votarme a mi” fue la frase persuasiva que eligió Susana Díaz en este encuentro para tratar de exponer la relevancia que ha dado a su deseo de desalojar al actual secretario general del PSOE de Huelva, Ignacio Caraballo, de este puesto y poder tener en la provincia de Huelva una ejecutiva fiel a sus intereses políticos.

Ignacio Caraballo representa en estos momentos el nexo de unión del PSOE de Huelva con el PSOE Federal. La sintonía con el equipo del secretario general del partido, Pedro Sánchez, y del secretario de Organización, José Luis Ábalos, es «absoluta», según señalan fuentes socialistas consultadas. Esto viene alimentando desde hace año y medio el deseo de Susana Díaz de incorporar para su causa a la provincia de Huelva y poder controlar toda la estructura orgánica del PSOE andaluz.

De momento Gabriel Cruz ha evitado pronunciarse sobre el papel que le ha dado Susana Díaz en esta batalla interna. Una fuente cercana al alcalde de Huelva confirma el ofrecimiento, pero de momento prefiere evitar un posicionamiento claro.

El objetivo es no perjudicar su perfil institucional y su estrategia política al frente del Ayuntamiento de Huelva. Incluso -confirma esta fuente- ha comenzado a realizar gestiones en clave interna para intentar desmarcarse de este movimiento de Susana Díaz y de su deseo de ser secretario provincial del PSOE en Huelva. Y es que, además, conoce los recelos que puede despertar en el conjunto de la provincia de Huelva que se visualice que sea la capital y Sevilla quienes ejerzan el control del partido.

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