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Huelva vivió uno de sus domingos más especiales. El Domingo del Patrón brilló este año con luz propia con un sol de justicia y el ambiente tradicional que envuelve su procesión. Un nuevo mes de enero, la ciudad se reencuentra con su historia, aquella que sale a relucir por los rincones del antiguo barrio de San Sebastián, cuya esencia reluce con su procesión.
A las 10 de la mañana tenía lugar la función principal oficiada por el obispo de la diócesis de Huelva, D. José Vilaplana Blasco. Al término de la misma, a las 11 y cuarto de la mañana, comenzó a salir un cortejo formado por representaciones de hermandades penitenciales y de gloria de nuestra ciudad. Manuel Gómez Carnicerito, capataz de la hermandad de los estudiantes, mandó la primera levantá dedicada a los 40 años de la fundación de la cuadrillla. La banda de Jesús Nazareno, sonó tras el patrón tras 21 años sin hacerlo, estrenando varias piezas musicales de su repertorio.
La gran afluencia de público marcó todo el recorrido del Patrón. Los onubenses disfrutaron de la solemnidad de su procesión y de todas las particularidades que nos ofrece la tradicional mañana. Palmitos, piñones, palos dulces y el emblemático coqui, fueron probados por los onubenses un año más.
A las 2 y cuarto del mediodía, el patrón San Sebastián cruzaba el dintel de su parroquia poniendo el mejor broche de oro a las fiestas más castizas de la Ciudad.
