La Virgen de las Tres Caídas ya tiene su manto de Amor. El que sus hijos han querido y trabajado para hacerle el mejor de los regalos a su Madre. Por eso, la de ayer fue una mañana especial, distinta a todas las que los hermanos de esta cofradía han vivido y donde se descubrió el sueño a toda Huelva. Esta maravillosa obra es el resultado de la devoción de cientos de personas a su Virgen y que ha sido materializado gracias al magnífico diseño de Juan Robles y a la maravillosa ejecución de Manuel Solano.
El acto tuvo la emoción de la historia, el gesto de cariño de una hermandad que se ha unido para decirle a su Madre cuánto la quiere, pero no sólo a través de esta joya, sino también con la obra social que ha llevado aparejado el manto, destinado a la Casa Oasis, que recoge y ayuda a madres gestantes y con hijos pequeños cuyas vidas, fuera de esas paredes, se desarrollarían en condiciones poco deseables, por ser rechazadas y excluidas en su entorno.