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Hoy, Puebla de Guzmán ha vivido una jornada marcada por la emoción, la fe y el sentimiento compartido. La venerada imagen de la Virgen de la Peña ha regresado a su ermita, su casa, después de un tiempo especialmente intenso en el que ha sido protagonista de momentos únicos: su participación en la Magna Mariana, su salida extraordinaria por las calles del pueblo y la reciente novena celebrada en su honor.

A las 19:00 horas, los fieles reunidos en la ermita han presenciado uno de los instantes más sobrecogedores del día: el traslado de la Virgen hacia el altar mayor, llevado a cabo por miembros de la hermandad y familiares cercanos, en un gesto cargado de simbolismo y profunda devoción.

Este emotivo regreso ha servido también como cierre de una etapa, pues la Hermandad saliente ha entregado su testigo a la Hermandad entrante, que tomará posesión oficialmente mañana, asumiendo con ilusión y compromiso la responsabilidad de custodiar y promover la devoción a la Virgen de la Peña.

Un momento que quedará grabado en la memoria de todos los puebleños, ejemplo de fe compartida y de amor inquebrantable hacia su Madre y Patrona.

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