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Las casas ocupadas de manera irregular de la Barriada de Miradama en Escacena amanecía esta mañana con la noticia de que Giahsa les iba a cortar el suministro de agua. Los vecinos, que ocuparon las casas hace varios meses, reclaman legalizar su situación y poder pagar un alquiler social, además de los suministros de luz y agua.

Tras la quiebra de la empresa constructora, las casas han pasado a la titularidad de varios bancos también afectados por la crisis y que no pretenden regularizar la situación. Abandonadas y tras ser saqueadas, las familias que ahora se cobijan bajo su techo, las han arreglado y limpiado en busca de una vivienda digna.

El Ayuntamiento por su parte, ha intentado desde el primer momento poner fin a esta situación, incluso antes de que se produjera. Sin embargo, las negociaciones con los bancos y las empresas suministradoras de luz y agua no han dado su fruto.

A la espera de hallar solución a este problema, las familias siguen viviendo de manera irregular con una instalación eléctrica deteriorada y ahora sin agua. Aunque tienen claro que seguirán reclamando lo que socialmente creen justo: un alquiler moderado y contadores para poder pagar lo que consumen.

El CEIP José Nogales de Valverde, pendiente de la calefacción

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