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Los detallistas del Mercado de San Sebastián lo tienen claro: no van a ceder ni a las presiones ni a las pretensiones del Ayuntamiento de Huelva. Consideran vital la obra, pero no a cualquier precio. Una notificación les advierte que el próximo 14 de julio tendrían que abandonar el edificio municipal, algo que no van a hacer mientras no se les dé una alternativa por parte del consistorio, que hasta ahora sólo pasa porque sean los propios comerciantes los que corran con los gastos durante el tiempo que duren las obras. Otra alternativa les invita directamente a quedarse en casa y no trabajar durante este período, algo que consideran imposible porque no tendrían derecho ni siquiera al paro y una última opción de recolocarlos en diferentes locales repartidos por la ciudad, pero también con un importante coste económico.
El Ayuntamiento les habla incluso de cierre por peligro de derrumbamiento del edificio, lo que denuncian es totalmente falso. Los clientes son conscientes del riesgo que corre el mercado y por eso se van a unir a las protestas de los trabajadores.
El Mercado de San Sebastián es un símbolo del comercio onubense, por lo que se antoja necesario un acuerdo que mantenga viva a una zona de la ciudad que necesita este servicio, con una población que lo demanda y unos trabajadores que exigen que sea el dueño del edificio, el Ayuntamiento, el que corra con los gastos del nuevo emplazamiento mientras duren las obras del mercado.
