Tras dos años de espera y de ilusiones imaginadas, se cumplió el sueño. Un sueño que comenzó a las 19:00 horas cuando las puertas de la Purísima Concepción se abrieron de par en par para que Huelva recibiera a la Madre del Nazareno.
Con solemnidad, la Virgen de la Amargura avanzó hasta su altar acompasada por los cantos de la Coral de la Merced. Un recorrido corto pero que ya ha pasado a la historia de nuestra ciudad. Una vez allí, la Dolorosa aguardó la presencia de la curia onubense que, tras sus pasos, avanzó hasta el altar, acompañados de la corona que aglutinaría horas después el amor de toda Huelva.
Tras la celebración de la eucaristía, el obispo de Huelva, don Santiago Gómez Sierra recibió la corona de las manos de la alcaldesa, Pilar Miranda, y del hermano mayor de la Cinta, Esteban Brito; ambos padrinos del acto. Tras ello, monseñor subió las escaleras y coronó a María Santísima de la Amargura; momento que Huelva recibió entre aplausos.
Una vez finalizado el acto, la alegría se desbordó y todo fluyó entre vivas, flores y mucha emoción. Una emoción que se llevó también hasta el cielo de Huelva; que se iluminó con fuegos artificiales para anunciar al mundo que Huelva había coronado a su madre de la Amargura.