Esta mañana, trabajadores de centros de menores se han congregado a las puertas de la sede de UGT para alzar la voz en memoria de su compañera Belén, quien fue asesinada por tres menores. Denuncian la vulnerabilidad a la que se enfrentan día a día en su labor y exigen a la administración mayores recursos materiales y humanos, así como la implementación de un protocolo.
Sus compañeros alzan la voz. Los trabajadores de los centros de menores se congregan a las puertas de la sede de UGT en Huelva para recordar a su compañera Belén, quien fue asesinada recientemente a manos de 3 menores. Una movilización para denuncian la vulnerabilidad a la que se enfrentan día a día en su labor y exigen a la administración mayores recursos materiales y humanos, así como la implementación de un protocolo de seguridad más efectivo.
Menores con una problemática social importante que sufren los trabajadores. Paco Mora, responsable de UGT de los centros privados de protección de menores en Huelva y su provincia, ha expresado el dolor y la indignación de sus compañeros.
María Belén Flores, educadora social, fue asesinada por tres menores a los que atendía. La tragedia ha puesto en evidencia la precariedad de estos centros, donde el personal a menudo carece de los medios adecuados para afrontar situaciones de riesgo. Pedro Escobar, psicólogo de uno de estos centros, subrayó que, en su mayoría, se encuentran con un solo educador para todos los jóvenes.
Belén somos todos y todas. Desde aquí, enviamos nuestras condolencias a su familia y seres queridos en este difícil momento. Y esperamos que el desempeño de esta labor no le cueste la vida a ningún trabajador más.