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La Asociación de vecinos de San Pedro y San Sebastián se ha reunido en la plaza del barrio formando una cadena humana para manifestarse en contra de la reforma que tiene prevista hacer el Ayuntamiento de Huelva en la zona que se encuentra en proceso de licitación.

Los vecinos denuncian que desde el consistorio no han consultado a los vecinos nada del proyecto sin tener en cuenta su opinión. Temen perder lo que consideran que es el gran escaparate de su barrio.

Una cadena humana que rodeó toda la plaza y a la que asistió parte del equipo del Partido Popular. Los vecinos continuarán reclamando en las próximas semanas una reforma diferente para la plaza de San Pedro.

  • En la movilización, los vecinos leyeron un manifiesto en el que exponen su rotundo desacuerdo.

Lo primero que hay que resaltar es que una plaza es un lugar público, un derecho que tenemos inmemorial desde siglos, donde estar los ciudadanos para su convivencia, fiestas y celebraciones.

Por eso son espacios amplios y diáfanos que garantizan la congregación del mayor número de personas, para ejercer su derecho a estar y disfrutar de la ciudad.

La Plaza de San Pedro fue antaño lugar de encuentro del cabildo, hasta su traslado a la calle Puerto. También para grandes celebraciones como fiestas de toros o la conmemoración del IV Centenario de América el 3 de agosto de 1892.

Se mantuvo siempre como antesala de la iglesia de San Pedro, donde durante siglos se han celebrado aquí sus actos de cultos externos, como viene ocurriendo en la actualidad con sus procesiones, no solo de esta parroquia sino de otras cofradías que por aquí transitan.

Esta es una plaza con encanto, con sabor a Huelva, es andaluza por sus cuatro costado.

Siempre fue el gran escaparate de su barrio, embrión de la ciudad, con sabor castizo de bares, tabernas y tertulias taurinas. Del que todos presumían y presumimos en el Día de San Sebastián, que es el Día de Huelva y de nuestro barrio.

Esta plaza fue el gran foro de la ciudad romana, trasiego de culturas, desde los tartesios en su cabezo de San Pedro donde estaba su castillo fortaleza.

En la Plaza de San Pedro permanece la esencia misma de Huelva; destila el aroma que nos enamora en una tarde de primavera entre palmeras y buganvillas.

Nos gusta con el cielo azul Huelva cuando el sol se pone.

O en una noche de verano nos refresca sobre el azabache estrellado.

Es lo único que nos queda de una Huelva grabada en el corazón de todos y a la que alargamos la mano queriéndola recuperar en antiguas fotos y postales, pero solo están sobre el papel amarillo. Por eso no queremos que se pierda la Plaza de San Pedro que se encuentra en el imaginario de muchas generaciones, que la han hecho suya y la quieren.

Es lo único que nos queda con aire de plaza antigua, con sabor a HUELVA. Un oasis entre tanta pérdida de patrimonio, es como un sueño que perdura.

No podemos perder ahora la Plaza de San Pedro, Huelva se quedaría sin su alma.

La queremos así, como es.

Sencilla pero a la vez elegante; humilde pero señorial; con historia pero siempre joven… enamoradiza de las parejas que se sientan en sus bancos en las largas noches del verano.

¿PERO A QUIÉN NO LE GUSTA LA PLAZA DE SAN PEDRO?

Pues parece que al equipo municipal del Ayuntamiento de Huelva, que sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, nos presenta este proyecto de transformación y destrozo de la Plaza de San Pedro.

Pretende cambiar de un plumazo la plaza, convirtiéndola en algo anodino; como ha dicho un onubense en nuestro Facebook, vamos que no echa gusto a na de na.

Una plaza que pintada de moderna puede servir para cualquier lugar pero no para la Plaza de San Pedro.

Los dos ejes en los que se mueven la propuesta municipal en la llamada ampliación por los laterales  y en la búsqueda de una misma cota  no se sostienen para destrozar la Plaza de San Pedro. Porque ni se amplía la plaza ni se consigue una misma cota cero sino que se crean barreras arquitectónicas para el peatón.

La actual plaza ofrece un espacio diáfano entre las palmeras que la enmarca más amplio que el que se propone.

No se amplía la plaza con los laterales, porque es una zona residual que se peatonaliza, incluso una con garaje.

La parte central que es el corazón, lo que es en verdad plaza, se reduce por la lámina de agua, que se come más de media superficie.

La otra en el proyecto se plantea como una parte secundaria en dos plataformas descendentes con varios escalones, introduce así elementos de inseguridad por caída, con lo que no consigue esa pretendida misma cota en toda la plaza.

Pero es más, plantan en ellas dos magnolios -ahora dicen que serán arboles más pequeños, no sabemos si bonsáis porque los árboles crecen- que taparían la fachada de la iglesia.

Sin embargo, la actual plaza ofrece una única plataforma a una misma cota y nivel, es un plano recto, mientras que la del proyecto va descendente, entre obstáculos, y será como caminar por la cubierta de un barco.

Nos preocupa también las escalinatas históricas de la iglesia que el proyecto oculta y elimina creando una nueva como subiendo el pavimento de la plaza y creando dos muros laterales perfectos para urinarios.

El Ayuntamiento, en reunión mantenida con esta Asociación de Vecinos el pasado lunes presidida por el alcalde, se mantiene en el proyecto de destrucción presentado que dice está en proceso de licitación.

De esta forma mantienen la nueva escalinata por lo que, como ellos mismos nos indican, las cofradías deberán modificar su salida pasando por en medio de la plaza entre las palmeras o darle la vuelta a esta.

En el encuentro mantenido esta mañana en la Delegación Provincial de Cultura con su titular nos informan que en reunión celebrada con el Ayuntamiento les ha indicado que al tratarse de un Bien de Interés Cultural tienen la obligación ineludible de respetar las escalinatas.

Al igual que no pueden plantar los magnolios que taparían la fachada y les recomiendan, además, mantener los bancos tipo Huelva.

¿Por qué insiste el Ayuntamiento en mantener la nueva escalinata?

¿Por qué se empeñan en seguir adelante con un proyecto que no gusta a nadie?

Como dijimos en el encuentro vecinal se mantendrá el monumento a San Manuel González, las farolas y los bancos, que reivindicamos desde la primera reunión con Urbanismo.

No nos conformamos solo con eso, queremos que la plaza se mantenga como está. Asumiendo la peatonalización lateral de solería idónea con la fachada de la iglesia, restaurando la plataforma central y la jardinería, recuperando las buganvillas y palmeras.

Queremos la paralización del proyecto, que el Ayuntamiento asuma nuestras reivindicaciones y sentarnos a estudiar una nueva actuación.

Que nos escuchen a los vecinos y ciudadanos onubenses, lo que no han hecho hasta ahora y es obligado en un proyecto de fondos europeos y de un Ayuntamiento democrático.

¡¡RECTIFICAR ES DE SABIOS!!

Como esta es una plaza con sabor juanramoniano, quiero terminar con el poema más breve del poeta universal moguereño, pero que a la vez  lo condesa todo:

¡No la toques ya más,

que así es la rosa!

Wan Zhi bate a Carolina Marín en el Súper 1.000 de Indonesia (21-17 21-18)

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