No hay dos sin tres, y así lo ha demostrado la Asociación Camino del Rocío sin Barreras.
Esta Asociación ha llegado por tercer año consecutivo a la Aldea almonteña, abanderando la inclusión, al accesibilidad y el sentimiento de Hermandad.
Una realidad que llega tras seis años de trabajo, perseverancia y constancia para cumplir este sueño, hecho. Y es que la discapacidad no es obstáculo para disfrutar de un camino que te lleva hasta los pies de la Blanca Paloma.
Emociones a flor de piel que se palpan en el ambiente y que muchas veces no encuentran palabras para poder describir este sentir.
Además, subrayando la inclusión y la accesibilidad, la Casa Hermandad de Pilas se ha convertido en el lugar perfecto para la reunión y la convivencia de todas las persona que han participado en esta peregrinación.
Desde el Ayuntamiento de Almonte han destacado que el área de El Rocío, ya trabaja en proyectos que podrán materializar muchas de las demandas de esta asociación.
Un diseño al que la Junta de Andalucía ha dado luz verde y que permitirá un mayor acceso hasta el santuario. En definitiva, una peregrinación que finaliza con éxito y que ya pone las miras en la siguiente fecha para volver a disfrutar de una actividad que se ha convertido en toda una auténtica tradición.