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La Guardia Civil ha resuelto hoy muchas dudas sobre el caso de Laura Luelmo. Desde Madrid, el Coronel Jefe de la Guardia Civil de Huelva ha ido desgranando los hechos. Aseguran que desde el principio el detenido y autor confeso del asesinato estuvo vigilado en todo momento por la Guardia Civil desde que la joven desapareciera el miércoles 12 de diciembre y siguieron todos su movimientos hasta el momento de la detención el lunes 17 de diciembre.
Los agentes creen que la retención se produjo entre las 17.20 horas y las 18.10 de la tarde, momento en el que ella volvía de realizar la compra en el supermercado, artículos que se encontraron en la casa de Bernardo Montoya tras el registro.
Por el contrario, la Guardia Civil indica que la noche del 12 al 13 ya no estaba en su casa, poniendo en duda la hipótesis de los informes previos del forense sobre si estaba viva dos días después de su desaparición.
Se cree que el cuerpo de Laura Luelmo fue depositado ese mismo día, y no fue hallado antes por ser una zona de muy difícil acceso.
La joven de 26 años falleció tras golpearle un fuerte golpe en la cabeza contra el suelo, la introdujo en el maletero y le dejó donde se encontró, abusando de ella en ese mismo lugar. Los retos mortales de Laura Luelmo continúan en el anatómico forense a la espera de que se ordene el traslado a su localidad natal.
