Las dos últimas jornadas del Recreativo de Huelva están marcadas por un nombre propio: Carlos Martínez.
El extremo cordobés, que llegó la temporada pasada al Decano, tuvo mala suerte en el anterior ejercicio y la falta de continuidad, producto de las lesiones y del buen rendimiento de los titulares, hizo que Martínez tuviera pocas oportunidades con Salmerón, disputando solo 20 partidos, ocho como titular y jugando 748 minutos.
En esta, al ser uno de los pocos jugadores que tenía contrato en vigor, tenía una nueva oportunidad de demostrar su calidad y la confianza que tiene Monteagudo en el al describirlo como un “jugón” con buena conducción en pocos metros, habilidad para dividir, desequilibrio y capacidad de pase y gol.
Cualidades que ha empezado a sacar en estas últimas jornadas. Al pase de gol en Mérida hay que sumarle su extraordinaria actuación en el último choque del Recreativo. Además de un centro a Chuli que acabó con el gol anulado del onubense, el jugador de 31 años firmó el 1-0 y asistió a Quiles en el segundo.
Carlos Martínez, con trabajo y confianza, pide paso con fuerza en el once y vuelve a sonreír y a congraciarse con la mejor cara del fútbol.