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Su trabajo se centra en el apoyo a la gestión económica de los centros educativos, a la recogida de documentación, presupuestos, facturas, tramitación de becas y también desarrollan labores en el aula matinal, los comedores y en las actividades fuera del horario lectivo. Son los monitores escolares, una plantilla que en Huelva está formada por 31 personas, y que hoy denuncian su precariedad laboral a través de CCOO.
Se trata de un colectivo feminizado, ya que la inmensa mayoría de la plantilla está formada por mujeres. Esa precariedad, según estas mujeres, se basa en los contratos que suscriben, ya que son de ocho, diez o 16 horas semanales, por los que cobran menos del salario interprofesional. Esta situación afecta en la provincia de Huelva a 50 centros.
CCOO pretende que el empleo en la escuela pública, dependiente de la Junta de Andalucía, sea de calidad y con unas condiciones de trabajo óptimas.
