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WWF España, Seo Birdlife y Ecologistas en Acción, junto a la plataforma ciudadana Stop Atropellos Lince – Carretera Dehesa de Abajo, han denunciado públicamente que han muerto atropellados dos linces, madre y cachorro, en la carretera A-481 de Chucena-Hinojos-Villamanrique. El accidente se produjo este pasado sábado día 11 de junio.
«La decisión de la Junta de Andalucía de no informar en esta legislatura sobre los atropellos de lince ibérico a la ciudadanía, a diferencia de las anteriores legislaturas, dificulta a las entidades conservacionistas el seguimiento de las muertes de lince para la participación en el diseño de medidas dirigidas a su protección», han lamentado dichos colectivos.
No obstante, ya en el año 2020 los grupos ecologistas tuvieron conocimiento de la muerte por atropello de cinco ejemplares en esta misma carretera y la Junta de Andalucía se comprometió entonces a tomar medidas que evitaran los atropellos como colocar reflectantes persuasivos para que no crucen las carreteras.
«Está comprobado que el tráfico rodado no cumple las indicaciones de las señales de tráfico, a pesar de que la carretera de Chucena-Hinojos-Villamanrique tiene supuestamente una correcta señalización vial y es sabido que los linces campean por esta área en busca de conejos para comer», añaden.
Además -según advierten- «no existen controles de velocidad. Lo mismo ocurre con los otros puntos negros de muerte para la fauna, especialmente el lince ibérico, que están perfectamente identificados en esta área, pero la actuación en los mismos es escasa o nula».
Por todo ello, las tres organizaciones ecologistas que forman parte del Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana, con el apoyo de la plataforma ciudadana contra los atropellos de fauna, aseguran que solicitarán al presidente del Consejo que se debatan en la próxima reunión las propuestas dirigidas a las administraciones central y autonómica para la permeabilización de todas las infraestructuras viarias para la fauna.
Las demandas tendrán en cuenta la colocación de controles de velocidad como medida urgente, realizando un llamamiento expreso a las personas que utilizan estas carreteras para que realicen una correcta conducción. Además, deberán identificar correctamente los puntos negros de las carreteras.
El fin de los atropellos supondría acabar con el 32% de las causas de muerte por la actividad humana en las zonas linceras, suponiendo un paso importante para garantizar el futuro de esta especie que ha estado mucho tiempo en peligro de extinción.
