0

La Fundación Cajasol reúne en su colección casi 180 años de adquisiciones apostando, entre otras líneas, por el arte contemporáneo español y especialmente andaluz. Esta exposición es la selección a vuelapluma de una serie de piezas que representan algunas de las tendencias artísticas más significativas del siglo XX y las primeras décadas del XXI.

El recorrido comienza, como no podía ser de otra forma en su ciudad natal, con José Caballero, quien afirmaba que el pueblo andaluz, al expresarse, no buscaba “la gracia, como pudiera parecer, sino lo insólito”, camino que él recorrió desde su primer y anárquico surrealismo hasta las formas abstractas circulares de su madurez.

En un lenguaje plástico muy diferente se expresa la pintura de Carmen Laffón, de quien la Fundación Cajasol atesora una parte importantísima de su producción, entre las que son especialmente interesantes las obras de los años 50, donde la figura femenina tiene un destacado protagonismo.

En esta misma década el informalismo lideraba la creación contemporánea española, con nombres como Antonio Saura, de quien se muestra una obra de su serie Autorretratos. Ligado a ese universo expresionista de retratos y autorretratos se encuentra el lienzo Cabeza Bacon (1963), de un Luis Gordillo recién llegado de Londres que transitaba de la España negra al pop, siempre interesado por las cabezas y el psicoanálisis.

Bajo la influencia de Gordillo nacería precisamente, en la década de los 70, una generación que supondrá un giro de tuerca a la figuración, con gran protagonismo de autores andaluces, entre los que sobresale Guillermo Pérez Villalta, aquí representado por una escena de título mañariano: El discurso de la verdad.

Pero hubo maestros que aún en esos años se mantuvieron fieles a la abstracción, como el caso de Fernando Zóbel, quien practicó un lirismo plástico siempre en las orillas de la pintura no figurativa o, en un orden muy diferente, aquellos artistas que marcharon al Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, inaugurando una fructífera senda de arte cibernético, modular, normativo y constructivista, como fueron Manuel Barbadillo y el onubense Tomás García Asensio, cuya apuesta por la aritmética y el color es consustancial. En la nómina de autores abstractos comparece aquí, asimismo, una obra presidida por el color, pero de manera muy diferente: la de Manuel Salinas.

La última generación viene de la mano de una artista nacida en Ayamonte, Carmen Sigler, que ha encontrado su forma de expresarse en la fotografía y la video-creación, y de quien se expone una imagen de su serie Vínculo. Luz del día, dedicada a la maternidad a través de sus símbolos y alegorías.

Huelva comienza la semana con 204 positivos por Covid-19

Artículo anterior

El PAN Moguer disfruta de una nueva victoria

Artículo siguiente

También te puede interesar

Más de Noticias