Andrés Urbex es un joven onubense que visita lugares abandonados de Huelva, Andalucía e incluso Europa. El nombre de la corriente de vídeos que sigue el tiktoker se denomina urbex: una curiosa moda que mezcla la exploración, lo educativo y el entretenimiento de disfrutar de nuevos lugares que en algún momento fueron un enclave importante para la ciudad en la que se ubican, un hogar habitado o un punto de ocio para los habitantes.
Una de las curiosidades de esta corriente es su respeto hacia la conservación de los sitios que se visitan, siendo una especie de ley no escrita el no desvelar la ubicación exacta del lugar para conservar en el mejor estado posible cada elemento que allí se encuentra.
Andrés comenzó en el urbex por hobby y, enseguida, su contenido atrajo a millones de personas curiosas por conocer el siguiente lugar que mostraría en su cuenta de tiktok. Andrés ha visitado desde campos de concentración franquistas, donde decenas de personas fueron asesinadas, hasta mansiones de imponentes vistas y ventanales o un palomar del siglo XVIII que hospedó a miles de palomas zuritas procedentes de Egipto.
Uno de sus últimos vídeos muestra las entrañas de un Museo Marino en completo abandono tras su cierre en el año 2012. Aunque su primera inversión fue de hasta 24 millones de euros y tuvo cierto vínculo con proyectos dirigidos por la NASA, en poco más de una década se ha convertido en un lugar completamente desierto. Dentro del Museo se exponía una enorme ballena -junto con otras especies- que aún forman parte del lugar abandonado y que se encuentra, a pesar del tiempo, en perfecto estado.
Según ha contado Andrés, el enclave protagonista del vídeo «es un lugar repleto de información sobre el mar: había maquetas a tamaño real y una enorme ballena colgada del tello que podría medir en torno a 20 metros«.
Aunque reconoce que no es el tipo de sitios que suele visitar -centrándose normalmente en palacios y casas intactas- le pareció digno de admirar aquel lugar que había caído en el olvido por completo con todo el conocimiento sobre el mar y la gente que se dedica a trabajar en él, dentro.