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La Hermandad de la Buena Muerte celebró su I Centenario Fundacional con una histórica procesión extraordinaria por las calles del centro. Una estampa irrepetible que la Huelva cofrade tardará en olvidar al redescubrir la belleza de la Virgen de Consolación y Correa en sus Dolores bajo palio, una imagen que no se producía desde hace 64 años y que hizo emocionar a todos sus hermanos que deseaban ver de una manera diferente a su titular.
La procesión dio comienzo a las 5 y media de la tarde desde la Capilla de Santa María de la Esperanza, viviéndose momentos conmovedores desde el interior de la iglesia, cuando el palio comenzó a moverse mientras comenzaba a sonar desde el exterior la marcha “Madre de Consolación”, estrenada para esta ocasión.
La salida fue uno de los momentos más especiales, supuso el cumplimiento de un sueño para sus devotos que vieron en la calle por primera vez lo que tanto ansiaban. Sonaba la marcha esperanza de Huelva, en agradecimiento con la Hermandad de San Francisco que además de ceder el palio de la Esperanza, La Virgen portaba la diadema del Mayor Dolor.
Con un exorno floral extraordinaria compuesto por rosas, calas y hortensias, la Consolación llegaba a las hermanitas de la cruz para continuar por las calles del centro hasta llegar a la Concepción, lugar donde la hermandad permaneció más de 40 años.
La Procesión culminó a las 11 y media de la noche con imágenes para guardar en el corazón en un día que pasará a la historia de la hermandad como aquel en el que la emoción de la ciudad se hizo casi tan inmensa como la mirada de Consolación.
