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¿Qué seria de las tradiciones sin los más pequeños?

Mantener la fe y sembrar en cada corazón el sentimiento más puro por la Blanca Paloma es el principal objetivo que la Hermandad del Rocío de Niebla persigue desde hace varios años atrás.

El son de la flauta y el tamboril anunciaban que los rocieros más pequeños del municipio iliplense comenzaban a andar para disfrutar de su particular camino del Rocío que además cuenta con un gesto solidario.
Flamencas, trajes de corto, sevillanas… a esta pequeña Hermandad no le ha faltado de nada, ni lo más importante: su carreta. Una carreta que simula a la que cada año tiene el privilegio de llevar en su interior el Simpecado de esta Hermandad y de mostrarse ante la Virgen del Rocío tras un año cargado de sueños y de mucho trabajo.

Con esta actividad donde la semilla rociera está latente en cada detalle, queda claro que hay cantera para rato.

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