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Es un jugador diferencial, vital en la idea y el juego que quiere plasmar Monteagudo en el Recreativo y que aun tiene que coger ritmo. Tras lesionarse ante el UCAM y estar parado seis semanas, Quique Rivero volvió a los terrenos de juego ante el Recreativo Granada y, desde entonces, lo ha jugado casi todo.
Un futbolista que se definió como un jugador que busca las virtudes de sus compañeros. Sobre la mala situación del Decano, Rivero hizo un diagnóstico reconociendo la falta de continuidad de los primeros partidos y el ajuste que ha hecho en los últimos envites el Recre en su juego y que confía el cántabro que le llevara a las victorias
Unas victorias que cree Rivero que no llega por detalles a nivel ofensivo y defensivo que estan penalizando al equipo
Sobre el Recreativo, dijo que le sorprendió mucho su dimensión social y hablo sobre el próximo rival del Decano, el Badajoz, al que se midieron en pretemporada y del que destacó su nivel.
Defendió al técnico Alberto Monteagudo, al que considera alguien “normal”, una virtud escasa en el mundo del fútbol, y afirmó que la plantilla está en bloque con el y que le dolería su cese. Unos fantasmas, el de la destitución, que espera alejar Rivero con un triunfo ante el Badajoz.
