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Este pasado martes, un interno con un largo historial penitenciario provocó un grave incendio en su celda y poniendo en peligro, no solo su propia vida, sino también la del resto de internos y a los funcionarios que acudieron a socorrerlo.
Una nueva actuación de los funcionarios de la prisión de Huelva que, aún poniendo en riesgo su propia integridad, consiguieron salvar la vida del interno y desalojar la segunda planta del módulo residencial ante el peligro de inhalación del denso humo que provenía del incendio.
Sin embargo, la intervención no fue para nada sencilla, ya que se encontraron con una fuerte oposición por parte del preso que se abalanzó a los trabajadores cuando se disponían a abrir la celda para sacarle y ayudar en las labores de extinción. Tampoco se explica el fallo de los extractores de humo, instalados hace poco más de cuatro meses.
Desde Acaip (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias) denuncian que la propuesta de que dicho interno fuera clasificado dentro del primer grado -con un régimen más restrictivo- fuera desestimada. Instituciones Penitenciarias, dirigida por Ángel Luis Ortiz, estimó oportuno mantenerlo en un régimen de vida ordinario en contra de la propuesta del centro y a pesar de su nula adaptación a un régimen de vida normal.
Tras el incidente, que pudo haber tenido consecuencias nefastas y teniendo en cuenta que este interno, en momentos posteriores al incendio, agredió a un trabajador, esperan que Instituciones penitenciarias «tome nota y reconsidere esa decisión por la seguridad de los trabajadores de la prisión de Huelva, así como la población reclusa que habita en ella».
Por otra parte, exigen la revisión exhaustiva de todos los extractores de humo del de todas las dependencias del centro, para que este tipo de fallos no vuelvan a producirse .
