La semana pasada se conocía la noticia de que los trabajos previos para el desdoble del túnel de San Silvestre estarían por comenzar de manera inminente. Un proyecto que lleva incumpliendo sus plazos desde 2018 y que se supone, por parte del Gobierno central, como un alivio para el problema del suministro de agua en Doñana.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Almonte manifiestan que las expectativas generadas en torno a este proyecto no se alinean con la realidad. Contrario a lo que se ha afirmado, no se prevé que se riegue nada de Doñana con esta actuación. Sino que se destinará a otros fines, como el impulso del hidrógeno verde, el mantenimiento de campos de golf, el cuidado de urbanizaciones en Palos y el puerto de Mazagón, o ampliaciones de regadíos en el resto de la provincia.
En Almonte, lamentan el hecho de que Doñana sea utilizada constantemente como justificación para proyectos que no beneficiarán al parque natural. Una triste ironía que, mientras se justifica como el agua prometida para un ecosistema tan vital como Doñana, en realidad no se está haciendo nada para asegurar ese suministro. Una tendencia preocupante, la de alimentar promesas vacías durante años, mientras se ignora la realidad de las necesidades y no se hace nada por ayudar, ni al Espacio Natural ni a sus habitantes.