La Hermandad de las Tres caídas no olvidará ya la fecha del 26 de octubre. La Virgen del Amor salió a la calle de forma extraordinaria para encontrarse con una ciudad que se echó a la calle para rezar junto a ella un rosario que resultó bello y emotivo. La Huerta Mena y el Polvorín se engalanaron para recibir a una imagen que por primera vez salía a la calle sobre un paso de gloria, en concreto sobre las andas de la patrona de Manzanilla, la Virgen del Valle, y que sirvieron para dar una imagen distinta pero hermosa a la vez, con un paso que en algunas trazas recordaba al del Señor de las Penas.
Otra de las notas destacadas de esta jornada fue el acompañamiento musical, a cargo del coro de campanilleros de San José Obrero, poniendo letra a marchas clásicas y ofreciendo una melodía singular a la procesión. Cada uno de los misterios del rosario se rezó delante de altares dispuestos para la ocasión, con balcones que reflejaban la devoción de sus vecinos a la imagen que tallara Antonio León Ortega, que lucía la corona conocida como de los Apóstoles y un manto rojo brocado que lució el Lunes Santo de 1989
Petaladas, lágrimas, emociones contenidas y oraciones marcaron el compás de esta salida extraordinaria, enmarcada en los actos de celebración del 75 aniversario de la cofradía del Lunes Santo.