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Una es la Reina de Huelva, la otra, reina en la Marisma. Pero Huelva le reza a las dos, porque su devoción es la misma. El corazón del onubense siempre ha estado dividido entre estas dos devociones que desde ayer sellaron su hermanamiento en un acto para el recuerdo. Para la historia queda este 13 de mayo, día de la Virgen del Fátima, cuando el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, y el Hermano Mayor de la Cinta, Esteban Brito, firman este hermanamiento que en el sentir de los onubense ya se manifestaba desde hace siglos.
El obispo, Santiago Gómez Sierra, ofició la eucaristía, que enmarcó el hermanamiento, que se desarrolló en un santuario revestido como en las grandes ocasiones. Entre los asistentes, se contaban las principales autoridades de la provincia, así como representantes de las hermandades rocieras de la ciudad, de las penitenciales y del Consejo de Hermandades.
Desde ayer, ambas instituciones caminan más unidas respaldadas por el inmenso cariño a ambas devociones marianas. Además destacaron el nexo de unión a través de Manuel Siurot, el hombre rociero y cintero que impulsó sus devociones, y por el que estas dos corporaciones trabajaran para seguir caminando a su beatificación.
Los vivas al Rocío y a la Cinta cerrando un acto que evidencia el inmenso amor a la Virgen que en Huelva tiene dos nombres propios.
