El Parlamento Europeo ha adoptado las nuevas normas para mejorar el tratamiento y la reutilización de las aguas residuales urbanas además de ampliar el ámbito de aplicación de la directiva para abarcar una mayor concentración de aglomeración para incluir, además de la protección medioambiental, la de la salud humana y abarcar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
La Eurocámara ha respaldado el acuerdo alcanzado con el Consejo sobre la revisión de las normas de la UE en materia de gestión del agua y tratamiento de aguas residuales urbanas para proteger mejor la salud pública y el medio ambiente.
Para 2035, las aguas residuales urbanas se someterán a un tratamiento secundario, es decir, la eliminación de la materia orgánica biodegradable, antes de ser vertidas al medio ambiente.