La Junta de Andalucía va a iniciar una nueva línea de investigación de los malos olores, tras las ya iniciadas con empresas especializadas y la realización de un estudio ADN focos. Para ello se han colocado 18 puntos de medición entre Huelva, la Punta del Sebo y Nuevo Puerto, dos más que en el estudio de 2015, y que una duración también mayor que comprenderá un año. Sin embargo, los datos ofrecidos de aquel informe de 2015 aportaron poca luz sobre los orígenes de estos olores. Además, un bajísimo porcentaje lo atribuye la Junta a la actividad industrial, aunque tampoco es capaz de determinar el origen de esos olores. En cuanto a esos olores provenientes de la actividad industrial, desde la Junta confieren una importancia trascendental a las condiciones climatológicas para que sean más o menos intensos sobre la ciudad. Señalan además que no hay un límite de unidades de olor para poder sancionar a los responsables, no existe una normativa en este sentido. Los estudios sobre los malos olores continuarán por tanto, sin que hasta el momento nadie arroje claridad ni a su origen ni a su procedencia.